La Educación será la víctima de la Inteligencia Artificial

… hace rato lo es de la tecnología.

El comunicador José Laluz aseguró en un evento al que asistimos varios amigos, que pronto aprender álgebra no sería necesario, invocando a Siri a todo momento, el robot de los celulares.

Si bien aquella afirmación era disparatada, dibujaba hasta qué punto personas que se sabe han leído, podrían haber sido embrutecidas por la tecnología, sobre todo, porque no la comprenden.

Siri y otros artefactos se pueden tomar como atajos, pero no como modus vivendi.

La Educación será la víctima de la Inteligencia Artificial

Las escenas de restoranes y fiestas familiares con personas atendiendo su celular en vez de compartir una conversación entre humanos, destapa una realidad bochornosa, el poder que la tecnología y la banalidad tiene en nuestras vidas.

El gran tiempo del cliente de un celular está en el entretenimiento simple y adictivo, además, en los videos juegos, que ya constituyen una pandemia en la juventud.

Los algoritmos de las herramientas tecnológicas que usamos, así como casi todas las aplicaciones e incluso, los sistemas operativos, están construidos bajo la norma de tener «enganchado» todo el tiempo posible al «cliente» para sacarle provecho y que consuma más, mientras que el «pensar» o tomar decisiones por sí mismo pasa a ser secundario y el ser humano que usa el elemento, ni cuenta se da.

La memoria hay que entrenarla. Los grandes hombres que registra la humanidad han sido asiduos lectores, esto les prepara para la toma de decisiones que han cambiado el mundo, sea desde lo científico, político, económico, social, mientras del otro lado está la gran masa que se deja llevar o al final, sin darse cuenta, es llevada por esas élites.

Es sabido, por ejemplo, que los gurus de la tecnología en Estados Unidos prefieren que sus hijos no tengan celulares, mientras los preparan para programar estos sea para la parte de software, hardware, robótica y otras ciencias cercanas o afines, con las que controlaran al mundo mediante dispositivos programados y se beneficiarán de los gastos continuos de esa masa amorfa, llamada «pueblos», los clientes.

En medio de un panorama sombrío, por ejemplo, el Google Maps mató el sentido de buscar en un mapa, (él nos lleva), y al final no tenemos en cuanta que cuando más lo necesitamos, tal vez no hay «cobertura».

Los profesores se enfrentan a «resúmenes» hechos por los alumnos usando «inteligencia artificial», dejando para asegurar la veracidad del estudio real, el cuestionar a los alumnos, hacer que presente su trabajo, usar nuevas técnicas para «desenganchar» al estudiante de la tecnología que le lleva a mentir diciendo que es autor cuando no lo es, será el gran desafío de los nuevos tiempos, en una sociedad que se ha preparado para embrutecer lo más que se pueda a los pueblos para beneficiar a unos pocos, y los hemos dejado hacer.

Por desgracia, las élites políticas no entienden de estas cosas, por ahora.

El pueblo es una masa al que se orienta y si las élites políticas no lo entienden, las tecnológicas si, dejando al final como resultado una sociedad menos preparada para desarrollarse más allá del ser buen cliente.

@Fdo_Buitrago

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